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Información de interés

El tratar de vincular que la demencia es una consecuencia que ocurrirá inevitablemente con el envejecimiento no está demostrado científicamente.

La demencia se define como un deterioro cognitivo de la memoria, a la que viene unida por lo menos una de otras funciones cognoscitivas:

  • Capacidad de abstracción.
  • Razonamiento y cálculo.
  • Contenido del pensamiento.
  • Alteración del lenguaje.
  • Reconocimiento visual.
  • Capacidad de emitir un juicio.

Todas estas alteraciones tienen que alterar o interferir en la vida diaria de la persona, provocando un déficit respecto a su situación anterior y siempre y cuando no estén relacionadas con otro tipo de enfermedades psicológicas u orgánicas, o a efectos secundarios de la administración de algún tipo de tratamiento.

Si bien es cierto que no existe una relación fehaciente entre demencias y envejecimiento, si que es cierto que a medida que aumenta la esperanza de vida, la demencia se hace más prevalente.

Un diagnóstico temprano beneficiará sin lugar a dudas una correcta orientación diagnóstica, evitando el consumo excesivo de recursos sanitarios y permite mejorar la asimilación por parte de la familia.

Para una correcta información sobre los recursos sociales existentes para los familiares, recomendamos el hecho de acudir a la Unidad de Trabajo Social de su comarca, o bien con este servicio en el hospital de referencia.

El curso de las demencias suele comenzar, en su mayoría de casos, en un inicio denominado como insidioso, donde poco a poco el paciente tendrá síntomas de pérdida de memoria, la denominada como corto plazo, lo que provoca que la persona no aprenda cosas nuevas, sino que recuerda hechos fundamentalmente del pasado.

A medida que progrese, esto varía de un tipo a otro, los déficit en memoria son mucho más significativos y se produce también deterioro en otras funciones cognitivas que le empiezan a imposibilitar muy seriamente el realizar las actividades de la vida diaria.

En sus últimas fases los pacientes demenciados, sufren la denominada dependencia total y suelen perder en su totalidad el lenguaje y la relación con su entorno.

Dentro de los comportamientos y trastornos más típicos dentro del perfil general de las demencias destacamos:

Las alteraciones del sueño, el vagabundeo, tanto por la calle como en su hogar, los trastornos de la alimentación, conducta sexual inapropiada, preguntas repetitivas, reacciones catastróficas o exageradas ante situaciones cotidianas, un empeoramiento al atardecer, quejas, insultos a los cuidadores e incontinencia.

Estos son algunos datos de interés básicos que cualquier tipo de persona debe conocer sobre las demencias.